23 de Abr de 2025
Mirad que hay algo nuevo. Pascua Universitaria en Indonesia
Actualidad
En esta primera Pascua Universitaria, contamos con la participación de 17 jóvenes universitarios y 19 escolapios (un sacerdote escolapio, 7 religiosos de votos simples, 4 prenovicios y 7 postulantes). Esta rica experiencia se llevó a cabo en Samigaluh, un pintoresco distrito de Kulon Progo, al oeste de Yogyakarta, Indonesia, a dos horas de nuestra Comunidad.
Nuestra fe es un camino de peregrinación, una continua llamada a encontrarnos con el Resucitado en cada rincón de nuestra existencia. Sumergidos en el silencio y la simplicidad de este entorno rural, tuvimos la oportunidad de vivir una experiencia intensa de vida y fe, lo que nos permitió profundizar en el misterio de la Pascua. Este contexto natural y espiritual nos proporcionó un espacio propicio para reflexionar y meditar sobre el significado de Peregrinando con Esperanza hacia el Resucitado.
La invitación a "no balconear" nos desafía a comprometernos plenamente con la vida. Este enfoque exige no solo un afortunado atrevimiento, sino también una tesonera paciencia, virtudes que son esenciales para transitar el camino de la fe. Como se menciona en Spes non Confundit, “este entretejido de esperanza y paciencia muestra claramente cómo la vida cristiana es un camino, que también necesita momentos fuertes para alimentar y robustecer la esperanza, compañera insustituible que permite vislumbrar la meta: el encuentro con el Señor Jesús” (5). Solo al vivir desde el corazón seremos capaces de responder a esta invitación.
Los momentos de oración, silencio, visita a los ancianos y enfermos y las celebraciones litúrgicas del triduo pascual han sido vivencias profundas que han fortalecido la esperanza de nuestros jóvenes peregrinos. Cada celebración, cada canto, cada gesto nos ha acercado un paso más a la esencia de la vida cristiana: el encuentro transformador con el Señor de la VIDA.
Al concluir esta experiencia, llevamos con nosotros la certeza de que el camino de la fe es un viaje compartido, un viaje que nos invita a vivir intensamente en la búsqueda de Dios. Nuestros jóvenes lo saben porque lo han visto y vivido. En esos días se les ha permitido atisbar la dulzura del encuentro con el Señor en la comunidad. Y a los hermanos escolapios, todo esto ha sido una oportunidad de crecer en la fe al tiempo que crecer en la identidad escolapia.
Concluimos este sencillo compartir con esta cita de Isaías, “Mirad que hay algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?” (43,19). Esperemos que esta experiencia nos ayuda a ser agentes de encuentro entre Dios y los jóvenes. Que seamos familia, hogar donde la vida se amasa y la fe se alimenta.
Gregorio de Cristo Crucificado