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FAUSTINO MíGUEZ
Faustino Míguez de la Encarnación
Escolapio + Fundador
Faustino, fiel a la Verdad
“Me alegré mucho cuando vinieron unos hermanos y dieron testimonio de tu conducta fiel a la verdad” (3 Jn 3)
Faustino Míguez (1831-1925) vive intensamente su opción por el evangelio de Jesús. Discípulo atento, aprende a descubrir la verdad que se oculta a los sabios y entendidos y se revela a los sencillos. En la escuela del maestro Jesús, Faustino Míguez nos invita a recorrer el camino de la Verdad, a cooperar con ella, y a proponerla a todos: educando, anunciando y transformando las situaciones injustas que ocultan el deseo de vida en abundancia propio del Reino de Dios.
Faustino, Escolapio
No hay para mí mayor alegría que oír que mis hijos son fieles a la verdad. (3 Jn 4)
Faustino Míguez es escolapio. San José de Calasanz (1557-1648) encarna el ideal de vida que configura toda la existencia de Faustino Míguez. La educación de los pequeños profesada con voto específico, el ministerio sacerdotal y la consagración religiosa en las Escuelas Pías modelan el ser y el hacer de Faustino a imagen de san José de Calasanz. Faustino Míguez, escolapio, muestra de una manera excepcional cómo es posible vivir y descubrir el camino de la felicidad tras las huellas de Calasanz. Faustino Míguez, escolapio, enseña, sirve y vive el evangelio con el estilo nuevo y audaz de san José de Calasanz.
Faustino, fundador
Han dado testimonio de tu amor, para colaborar con la verdad. (3 Jn 7.9)
Abierto a las necesidades que descubre entre las niñas y las mujeres de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Faustino Míguez funda en 1885 el Instituto de Hijas de la Divina Pastora. Como fundador, Faustino acompaña, exhorta y alienta, a imagen de Jesús, Buen Pastor, en su deseo de buscar y encaminar a todos por el camino del bien y la verdad. “Jesús reina en nuestros corazones”, escribe repetidamente Faustino: el amor de Jesús dinamiza su vida y orienta hacia los más pequeños y necesitados.