La protección del menor, una prioridad provincial

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El pasado mes de febrero el Equipo Provincial de Presencia aprobó el documento marco “Protección y actuación en casos de abusos sexuales a menores y adultos vulnerables”, que pretende completar nuestra respuesta integral ante la prevención y actuación frente a los abusos sexuales.

El documento pretende dar una respuesta global a esta realidad, por lo que recoge los diferentes protocolos de actuación y gestión ante posibles abusos, el código de buenas prácticas, el marco legal y canónico, los indicativos de detención por edades de posibles abusos sexuales… así como diferentes anexos importantes para responder con eficacia a estas situaciones.

Queremos así concretar nuestro compromiso por crear un espacio seguro para nuestros alumnos y una apuesta por la Tolerancia Cero ante cualquier tipo de abuso en nuestras obras.

Nuestra Provincia, en plena comunión con la Orden y la Iglesia, sensible al dolor de tantos menores heridos, quiere comprometerse en la lucha contra esta lacra social, ya sea en sus estructuras propias como las del conjunto de la sociedad, y asume el compromiso de velar en todo momento por el cuidado, el bienestar y el desarrollo integral de las personas menores de edad que tenemos a nuestro cargo; lo que implica promover y construir espacios de acogida y protección, generando un ideal educativo que persiga el respeto y defensa de los más débiles ante cualquier tipo de abuso: sexual, de conciencia, autoridad, violencia…

Este documento marco parte con cuatro objetivos claros:

Prevenir el abuso sexual a los menores y adultos vulnerables, estableciendo un código de conducta que pueda ayudar a mejorar la protección y las buenas prácticas, creando espacios seguros frente a posibles abusos o agresiones.
Protocolizar el modo de actuación de una forma eficaz y adecuada (ajustada a las leyes civiles y/o canónicas) frente a la revelación o fundada sospecha de cualquier tipo de abuso.
Ofrecer caminos de reparación, acompañamiento y ayuda a las víctimas, colaborando en todo aquello que podamos para reducir su dolor.
Trabajar en la prevención de estas situaciones por medio de la elaboración de una formación permanente para educadores y alumnos, elaborando mapas de riesgos que nos ayuden a prevenir situaciones donde se puedan dar dichos abusos, y creando estructuras locales y provinciales que se responsabilicen del cumplimiento de lo contenido en este documento marco.

Confiamos que este documento nos permita crear espacios seguros para el crecimiento y maduración de nuestros alumnos, y ser más fieles a la tarea que Calasanz nos encomienda.