23 de Nov de 2019
Pozuelo de Calatrava rindió homenaje al Padre Calixto Hornero
Con amplia representación escolapia
El pueblo manchego de Pozuelo de Calatrava en Ciudad Real, en la mañana del 17 de noviembre, rindió homenaje a uno de sus hijos preclaros nuestro P. Calixto Hornero Calatrava, sacerdote escolapio con la inauguración oficial de una estatua delante de la Biblioteca Municipal y la dedicación de esa plazuela, que desde ahora llevará ese nombre.
El P. Calixto Hornero Calatrava de la Resurrección nació en Pozuelo, pequeño pueblo enclavado en el campo de Calatrava, el 14 de octubre de 1742, siendo sus padres Raimundo y Francisca quienes dieron también otro hijo a las Escuelas Pías y que se llamó Ubaldo Vicente nacido dos años después de Calixto. A los 15 años, no sabemos dónde vivía en ese momento, si en Pozuelo o en Madrid, ingresa en las Escuelas Pías que se habían asentado veintiocho años antes en el Avapiés madrileño abriendo el Colegio de San Fernando y tras casi dos años de noviciado emite sus Votos Solemnes en dicho colegio que era Casa de noviciado y Casa de Formación. Continúa su formación preparándose para el ministerio escolapio y sacerdotal en el mismo lugar, siendo ordenado presbítero el 21 de septiembre de 1765.
Su ministerio escolapio lo ejerció en el Real Colegio de San Fernando, entonces llamado de Ntra. Sra. de la Portería al que se unía su labor de seguir preparándose para enseñar y así el P. Calixto Hornero, que vivió plenamente el siglo de la Ilustración, que entonces había entrado en España de la mano de Fernando VI y Carlos III y con personajes como
Jovellanos, Floridablanca, Feijoo, Campomanes y otros. El P. Calixto Hornero sobresalió en las Humanidades dominando plenamente la lengua castellana y su literatura, el latín, el griego y también bastante el hebreo. Fruto de sus estudios y enseñanza surge su Método de escuelas (manuscrito) y la publicación de su Gramática latina y los Elementos de retórica con ejemplos latinos de Cicerón y castellanos clásicos de Fray Luís de Granada, Diversas Academias literarias y otras diversas obras manuscritas. Del rey Carlos IV y también del P. Felipe Scío, elegido obispo de Segovia, recibe el encargo, junto a otros escolapios (Hipólito Lereu, Luis Mínguez, Ubaldo Hornero,su hermano) de corregir la Biblia que el P. Felipe Scío había traducido al castellano y cuya primera edición se encontraba agotada, enriqueciendo su lenguaje y añadiendo anotaciones a las que ya poseía. Su figura religiosa, humana y cultural hace que los Superiores le pongan al frente del Real Colegio de San Fernando, situado en el Avapiés, zona periférica y deprimida de Madrid, como rector de 1778 a 1781 cuando el Colegio tenía unos 1.760 alumnos, entre internos y gratuitos, que eran la mayor parte, siendo dicho colegio espejo de la pedagogía y cultura en Madrid y donde mirará el gobierno a la hora de organizar con leyes la enseñanza en España. De su pensamiento pedagógico y didáctico son las palabras que él escribió:” Han de cuidar principalmente los maestros de hacer el estudio agradable, disponer de una crianza ajena a la opresión y terror; no se han de abatir los ánimos con la violencia del castigo; antes bien, se deben levantar con el halago y el premio, mostrándoles el camino del honor, de la conciencia y del propio bien”
La situación sociopolítica y religiosa, en el período de la ilustración española produce la expulsión de la Compañía de Jesús y hace que también se controle el nombramiento de los cargos eclesiásticos y ya no sea Roma quien los haga sino España y en este caso a través del Nuncio. Es entonces, en 1789, cuando D. Froilán Calixto Cabañas, comisionado por Monseñor Hipólito Antonio Vicenti, Nuncio de S.S. en España, elige al P. Calixto Hornero de la Resurrección para Prepósito Provincial de las Escuelas Pías de Castilla, ministerio y servicio que prestó hasta 1794.
Al abandonar el cargo de Provincial siguió en el mismo colegio de San Fernando dedicado por completo a la enseñanza, al estudio de las letras y preparando una edición propia del Nuevo Testamento con sus anotaciones que no llega a terminar pues tres años más tarde, el 7 de febrero de 1797, a los 55 años fallece en Madrid.
El Ayuntamiento de Pozuelo y, todo el Campo de Calatrava, ha querido, exaltar los valores pedagógicos y humanos de este ilustre hijo, el P. Calixto Hornero, y apostar por el relanzamiento de la zona a través de una persona propia, al mundo de la cultura que abre la puerta social al futuro, haciendo de este 17 de noviembre, como manifestó su alcalde, D. Julián Triguero, “una fecha marcada para poner de relieve la cultura del municipio”. La obra es del escultor moraleño José Antonio Castro Torres y con ella ha querido representar al P. Calixto “como pedagogo, y un niño fundido con él, como símbolo de la comunión en la que han de estar el alumno y el maestro”. La estatua mide 1,90 metros y está realizada en bronce patinado y montada sobre un pedestal de granito abujardo con una placa con la siguiente leyenda:
“Han de cuidar los maestros en hacer el estudio agradable…; no se han de abatir los ánimos con la violencia del castigo; antes bien se deben levantar con el halago y el premio, mostrándoles el camino, del honor, de la conciencia y del propio bien”
A D. Calixto Hornero Calatrava // sacerdote Escolapio de las Escuelas Pías
Pedagogo Ilustre // Nacido en Pozuelo de Calatrava el 14 de octubre de 1742
Fue Provincial de su Orden, cuyas obras sirvieron de libros de texto durante más de un siglo en España y fuera de ella. //Pozuelo de Calatrava a 17 de noviembre de 2019 // Escultor José Antonio Castro Torres.
Al Acto de inauguración asistieron: el Sr. Alcalde D. Julián Triguero y gran parte de su Corporación municipal, el escultor D. José Antonio Castro Torres, D. Carlos Corella Gerente de la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava, el Párroco de Pozuelo, un “Hornero” del pueblo, Pedro Miguel García Técnico de Gestión Cultural y los Escolapios: P. Zacarías Blanco Gago, P. Valeriano Rodríguez, P. Hipólito de la Cruz y P. Juan Martínez Villar